Pocos años atrás la palabra cáncer era sinónimo de desgracia. Sin embargo, luego de innumerables avances científicos, se ha logrado resignificar su percepción hacia esperanza de vida. Es que los resultados muestran que el 85% de los pacientes superan la enfermedad, o en forma definitiva o por largos periodos de tiempo.
Ahora bien, el cáncer también es la patología que produce la mayor cantidad de decesos entre las mujeres. De ahí que toda la oncología mamaria esté sostenida por un equipo médico que interviene desde el momento de la detección, hasta los tratamientos para lograr la remisión del tumor y posterior seguimiento.
Por eso, un médico oncólogo sabe que debe tener conocimientos exhaustivos sobre varios aspectos a verificar ante un posible caso nuevo. Empezando por la anatomía y fisiología de la mama, que incluye la estructura de los tejidos, los sistemas de drenaje linfático y los cambios hormonales que ocurren durante el ciclo menstrual y la menopausia.
A la vez, ante cada paciente que llega a la consulta, es necesario realizar un minucioso cuestionario para detectar los factores de riesgo como los antecedentes familiares, la exposición a estrógenos, edad y la presencia de obesidad instalada.
Con todos estos datos y teniendo en cuenta los métodos de diagnóstico adecuados, como la tomografía, la resonancia magnética, la biopsia y otros tipos de imágenes para rastrear la presencia de nódulos tumorales, un oncólogo deberá realizar estas tareas:
- Estadificación: para determinar la etapa del cáncer de mama, es decir, la extensión del tumor y si se ha propagado a los ganglios linfáticos u otras partes del cuerpo.
- Tratamiento: revisando la mejor opción según el paciente. Desde la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia, la terapia hormonal y otras terapias de precisión.
- Control de síntomas y efectos secundarios: como la fatiga, el dolor, la náusea y la pérdida de cabello.
- Seguimiento y pronóstico: monitoreando la respuesta al tratamiento y evaluando el pronóstico del paciente.
En oncología mamaria, es clave realizar un minucioso interrogatorio al paciente para determinar factores de riesgo de índole familiar o individual para solicitar los estudios adecuados al caso.
Tipos de cáncer de mama
Al utilizar todos los instrumentos diagnósticos, el mastólogo podrá organizar las etapas de cada prestación oncológica para luchar contra el tumor.
En ese sentido, la oncología mamaria sirve para describir los tipos de tumores. Si bien existen muchos, los más comúnmente encontrados son :
- Carcinoma ductal invasivo: comienza en las células que recubren los conductos de la leche y se extiende a través de la pared del conducto hacia el tejido mamario multicolor.
- Carcinoma lobular invasivo: inicia en las células de los lóbulos de la mama y se extiende hacia el tejido mamario.
- Carcinoma ductal in situ: en este caso puede originarse en los conductos de la leche, pero no se ha extendido a través de la pared del conducto hacia el tejido mamario.
- Carcinoma lobular in situ: este tipo de cáncer comienza en los lóbulos de la mama, pero no se ha extendido hacia el tejido mamario emergente.
- Tumores inflamatorios de mama: estos son cánceres raros pero agresivos que evolucionan la piel y los tejidos linfáticos de la mama.
Es importante destacar que existen otros tipos de cáncer de mama menos comunes, como el cáncer de mama masculino, el cáncer de mama inflamatorio, el cáncer de mama metastásico y otros tipos raros de cáncer de mama.
Manifestaciones del cáncer de mama
La mayoría de los cánceres no dan ningún tipo de sintomatología en etapas iniciales. Es por eso que hay dificultad de encontrarlos en etapas tempranas. Cuando la dan, en la mayoría de los casos está avanzado, y lo que se observa es el efecto del tumor sobre tejidos sanos.
La presentación del cáncer de mama puede variar de una persona a otra, y algunas mujeres no pueden tener síntomas en absoluto, en especial en etapas tempranas de la enfermedad. Sin embargo, algunas manifestaciones comunes del cáncer de mama pueden incluir:
- Un bulto o masa en el seno o la axila que no desaparece después de la menstruación.
- Cambios en el tamaño o la forma del seno.
- Cambios en la textura de la piel del seno, como piel con hoyuelos o arrugas.
- Cambios en el color o la apariencia de la piel del seno, como enrojecimiento o inflamación.
- Secreción del pezón, especialmente si es de un solo lado, es de color sanguinolento o ocurre sin exprimir el pezón.
- Cambios en el tamaño o la forma del pezón, como un pezón invertido.
Es importante tener en cuenta que algunas de estas manifestaciones también pueden ser causadas por otras afecciones, como quistes mamarios o infecciones, y que la presencia de uno o más ellas no implican que una persona tenga cáncer de mama.
De todas maneras, cualquier cambio en los senos debe ser revisado por un especialista en oncología mamaria para descartar cualquier problema de salud potencialmente grave. Las revisiones regulares de los senos y las mamografías también son cruciales para la detección temprana del cáncer de mama.
Causas del cáncer de mama
El cáncer de mama es causado por un crecimiento anormal y descontrolado de las células mamarias. Aunque la causa exacta del cáncer de mama es desconocida, se sabe que ciertos factores de riesgo pueden aumentar la probabilidad de desarrollar la enfermedad.
No existe una causa única para desarrollar un cáncer de mama, por lo que prevenirlo cuidando la salud es primordial para vencer esta enfermedad
Factores de riesgo del cáncer de mama
Los factores de riesgo son aquellas características genéticas, físicas, sociales, ambientales y etarias de la persona que incrementan las posibilidades de desarrollar un cáncer de mama.
Lo anterior no implica que reunir una serie de dichos factores derive de forma absoluta en el padecimiento de un tumor maligno. De hecho, muchos pacientes nunca han tenido factores de riesgo.
Aún así tener conciencia de los factores de riesgo y charlar con el médico oncólogo será muy útil para tomar decisiones sobre la enfermedad y sobre un estilo de vida saludable.
Es decir, que será clave someterse anualmente a los controles de las mamas con estudios como la mamografía o ecografías, dependiendo de la edad de la mujer
Algunos de los factores de riesgo conocidos para el cáncer de mama incluyen:
- Edad avanzada: el riesgo de cáncer de mama aumenta a medida que envejecemos.
- Antecedentes familiares: las mujeres que tienen familiares cercanos con antecedentes de cáncer de mama tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
- Mutaciones genéticas: ciertas mutaciones genéticas heredadas, como las mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2
- Exposición a radiación ionizante sin la protección adecuada
- Terapia hormonal: si se utiliza de forma prolongada para tratar algunos síntomas de la menopausia, también puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
- La obesidad y el sobrepeso están relacionados con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas.
- Consumo de alcohol: el consumo de alcohol, incluso en cantidades moderadas, ha sido asociado con un mayor riesgo de cáncer de mama.
Cómo prevenir el cáncer de mama
Si bien no se puede prevenir el cáncer de mama por completo, hay medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad. Aquí hay algunas formas en las que se puede trabajar en la prevención del cáncer de mama:
- Autoexamen de senos: Realice exámenes regulares de los senos para detectar cualquier cambio o anomalía en los senos o las axilas. Si se encuentra un bulto, se experimenta un cambio en la apariencia o se tiene alguna preocupación, es importante consultar a un médico.
- Revisiones médicas periódicas: Realizar revisiones médicas regulares, excepto exámenes clínicos de los senos y mamografías, según las recomendaciones del médico o de acuerdo a las pautas establecidas para la detección temprana del cáncer de mama en la población en general.
- Mantener un estilo de vida saludable: Mantener un estilo de vida saludable que incluya una alimentación equilibrada, ejercicio regular y evitar el consumo de tabaco y alcohol en exceso.
- Controlar el peso: Mantener un peso saludable y evitar la obesidad, ya que la obesidad está asociada con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas.
- Limitar la exposición a la radiación: Limitar la exposición a radiaciones ionizantes, como la radioterapia y las radiografías necesarias.
- Considere la terapia hormonal con precaución: Tomar con precaución la terapia hormonal, como la terapia de reemplazo hormonal en la menopausia, y discutir los riesgos y beneficios con un médico.
La detección temprana es clave en la lucha contra el cáncer de mama. Si se detecta alguna anomalía o se tiene preocupaciones, es importante consultar a un médico para una evaluación adecuada.
Pruebas de detección del cáncer de mama
Los exámenes utilizados para diagnosticar y vigilar a las personas con cáncer de mama pueden incluir:
- Mamografía para detectar cáncer de mama o ayudar a identificar el bulto
- Ultrasonido de mamas para mostrar si el bulto es sólido o está lleno de líquido.
- Biopsia de mama, utilizando métodos como la biopsia por aspiración, guiada por ultrasonido, estereotáctica o abierta.
- Resonancia magnética de las mamas para ayudar a identificar mejor el bulto mamario o evaluar un cambio anormal en una mamografía.
- Biopsia de ganglio linfático centinela para verificar si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos.
- Tomografía computarizada para ver si el cáncer se ha diseminado hacia afuera de la mama.
- Tomografía por emisión de positrones (TEP) para verificar si el cáncer se ha diseminado.
Si el médico sabe que usted sí tiene cáncer de mama, le harán más exámenes. Esto se denomina estadificación, con lo cual se verifica si el cáncer se ha propagado. La estadificación ayuda a guiar el tratamiento y control.
Estadísticas del cáncer de mama
Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de mama es el tipo de cáncer más común en mujeres en todo el mundo.
Según datos del Inec (Boletín epidemiológico Año 2- Enero- Marzo 2022) en Ecuador el riesgo de desarrollar cáncer de mama es de 38,2 casos por 100.000 mujeres y el riesgo de morir por cáncer de mama es de 10,9 casos por 100.000 mujeres. (fuente: cifras cáncer de mama.)
Es importante destacar que la detección temprana es clave en la lucha contra el cáncer de mama.
Se recomienda que las mujeres de 50 a 70 años se realicen una mamografía cada dos años, y aquellas con antecedentes familiares de cáncer de mama o factores de riesgo adicionales, consulten con su médico para determinar la necesidad de realizar exámenes adicionales.
Es fundamental que las mujeres realicen autoexámenes regulares de los senos y consulten a un médico si notan cualquier cambio o anomalía. El diagnóstico y tratamiento temprano pueden aumentar significativamente las posibilidades de supervivencia y recuperación.
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En conclusión
Como puede observarse, el ingreso, tratamiento de una persona con cáncer implica una serie de toma de decisiones que implican a varios equipos médicos. Solo así se puede ofrecer un tratamiento adecuado, que ayude a la persona a recuperar su salud en el menor tiempo posible. Además, con alta eficiencia en los resultados y a un costo razonable para obtener una ganancia estable que permita operar la unidad sanitaria.
En el caso de la oncología mamaria no es diferente a la administración de todos los recursos disponibles para luchar contra el cáncer de mama.
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